Después de este largo paréntesis carnavalero no vamos a hablar ni de elecciones vascas o gallegas. (Eso se lo dejo a la gente inteligente).
Déjenme únicamente decir que si paseando por el Kursal me encontrase al comandante Spok ése reencarnado en lehendakari le soltaría una butifarra que ni el tal Giovanni en el Bernabeú.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y como ustedes, lectores avezados habrán podido comprobar una vez leído el título de este post, vamos a hablar de fútbol de forma breve concisa y concreta, eso sí.
Sea pues.
Sabrán ustedes que mi equipo, esa otrora digna escuadra de balompie que adoptó por nombre el de la inmortal ciudad de Zaragoza, anda arrastrándose sin pena ni gloria por esos campos de España de la segunda división intentando juntar cuatro pases para ganar los partidos con la mínima dignidad que se espera a un equipo que supera con creces en presupuesto al segundo de la categoría. Y sí, ahí está el ¿Real? Zaragoza, con más miedo a no ascender que un pavo en nochebuena y más agarrado a las posibilidades de ascenso que un mono a un columpio.
Hoy, después de ver el partido de F-U-T-B-O-L del Vicente Calderón en el que el Atlético ha ganado por 4-3 al Barcelona me he dado cuenta de que si en algún momento he podido tener la más mínima intención de denominar fútbol a lo que se practica en Segunda División deberían ustedes encerrarme en un psiquiátrico. Ý eso que ayer ganamos 1-4 al Real Murcia.
La leche, vamos.
Pues eso, que estamos donde estamos y no hay más.
Como, efectivamente, cualquier tiempo pasado fue mejor, les dejo con el gol de Nayim, recordando Paris, los hornillos eléctricos del tren de ida y la invasión del campo de Marte. Ni Atila pudo hacerlo mejor.
Lo que fuimos.... y en lo que nos hemos convertido.....
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on domingo, marzo 01, 2009
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Cajón desastre
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