Imagine. John Lennon.
Imagine there is no countries
Imagina que no hay países,
It isn´t hard to do,
No es difícil de hacer,
something to kill or die for,
que no hay algo por lo que matar o morir
and no religion too
que no hay religión tampoco.
Imagine all the people living life in peace.
Imagina a toda la gente viviendo en paz.
Oír, leer y ver a sesudos tertulianos hablar acerca del conflicto palestino-israelí me ha llevado a sacar dos conclusiones fundamentales:
a) No escuchar, leer ni ver, o en todo caso resetear la opinión al instante de quien no sea historiador o al menos se vea que sabe un poquito más de historia más allá de diez minutos de lectura de la Wikipedia.
A quien no sepa qué significa Eretz Israel, quien no haya oído hablar del sionismo, quien no situe los Altos del Golán en el mapa, quien se crea que Cisjordania es el hermano pequeño de un país cuya capital es Amman. Quien no conozca los acuerdos de Camp David, ni sepa quien fue Simon Peres. Quien no haya oído al menos una vez el discurso de independencia de Ben Gurion en Tel-Aviv. Quien no conozca qué fue la Guerra de los 6 días o qué pinta Egipto en este conflicto, quien no sepa un poquito de derecho internacional acerca de la obligatoriedad de las resoluciones de la ONU -permítanme que me ría-, quien conozca un poquito de la biografía de Yasser Arafat -Premio Nobel de la Paz-, quien crea que la OLP es la que ponía los precios del petróleo -verídico, señores, verídico-... ¿seguimos?
Y b) No escuchar, leer ni ver, o en todo caso resetear la opinión al instante, de quien siendo todo lo de arriba no haya movido el culo de su asiento y haya tenido la dignidad de visitar la zona de conflicto, para hablar de él, aunque sea siquiera de turismo. Como si alguien de Cartagena me viene a hablar del problema de la insularidad de Canarias. O sea, Martes y Trece, agarramela que me crece.
A todos ellos les pondría una mordaza de las que no se las salta un gitano.
Les advierto que si a estas alturas me siguen leyendo, mi caso no es ni el primero -no soy historiador ni sé de historia- ni el segundo -lo más cerca que he estado de la zona de conflicto fue hace un par de lustros cuando fui a ver vacas a Suiza-, por tanto, yo si fuera ustedes ya me habría reseteado a mí mismo hace tiempo.
En todo caso, si por un mero sentimiento de simpatía hacia quien suscribe, siguen conmigo, no cabe duda de que yo que siempre he defendido que en un conflicto de este tipo las cosas deben ser blancas o negras, en este caso, me posiciono con toda claridad, y no es ninguna contradicción en el gris.
Resulta repulsivo ver manifestarse a retrasados mentales con pañuelos palestinos atados al cuello sin darse cuenta que lo que están haciendo es jalear a verdaderos asesinos y no defender los derechos humanos. A veces dudo si realmente no lo saben o es que por comer de la mano de su amo son capaces de cualquier tipo de indignidad.
De la misma forma que es imposible no criticar a aquellos que aceptan sin paliativos las acciones de Israel justificando que habiendo terroristas de por medio, todo vale. ¿Ustedes creen que los Estados se compran como quien va de rebajas? Hoy vamos a comprar un país, a quien no le guste que se refugie y se mande a mudar de allí. Y sin chistar, oiga, que somos la ONU. Además, tengan por seguro que todos los jodidos palestinos son terroristas.
Hoy les pongo tarea doble. Pásense si no es mucha molestia por este blog que les marco y lean el artículo sobre este conflicto. Lástima que su autor represente a un partido político -el PP en este caso-, porque saben de mi interés por despolitizar mis opiniones absolutamente. En todo caso, cuando escribió este artículo nos representaba a muchos.