Oír al gilipollas de Zapatero, dicho sea con cariño, es como irse al desierto del Gobi, y escuchar tus gemidos mientras uno se la machaca. O sea, que no sirve de nada.

Vienen tiempos de zozobra económica y esto no acaba más que de empezar.

Esta semana hablando con N. me ha contado que se han firmado más daciones en pago que otra cosa. O sea, que la gente está soltando lastre como auténticos posesos.

Me va a venir bien esta época de apretarse el cinturón aunque es cierto que hace un par de meses me compré un descapotable, de segunda mano, no vayan a pensar.

Como diría otro insigne, gilipollas, manda huevos, pero como no hay mal que por bien no venga, creo que durante una temporada bien larga voy a dejar de hacer el imbécil gastando cien eurones por pareja un sábado por la noche. No conduce a nada.

Bueno sí, a tener cien euros menos en el bolsillo y a seguir viviendo en el país de nunca jamás.

Peter Pan murió con mis primeras canas. Y de eso, aunque parezca mentira, hace mucho, mucho...

Con Dios.