No tengo hijos -todavía-. Pero les aseguro que como alguna de esas pequeñas criaturas malcriadas toque mi puerta esta noche pidiendo caramelos, les enseñaré el rabo. Aún a fuerza de que me llamen pederasta.
En mi "lujoso"-por el precio- residencial hay desde rusos mafiosos hasta chinos repartidores pasando por un hindú más despitao que Rompetechos en un desierto.
Es decir, que visto lo visto y como mis vecinos no son tampoco de Guadarrama que digamos, toca pelmazo de crios asegurado. Como he dicho la llevan clara. Y si se atreven a tocar la puerta van a saber lo que es un buen susto. ¡Tomad Halloween pequeñas ratas!
Fucking Kids!, This is Spain!
Ahora están de moda las calabazas, las caretas y las gilipolleces similares.
Así nos va. Nos basta cualquier excusa para convertir lo que de siempre ha sido una respetable fiesta de difuntos en un sarao a la americana que se empezó a seguir por cuatro tontos y que ha contagiado a niños y pequeños.
A tomar por saco cabrones.
This entry was posted
on viernes, octubre 31, 2008
at viernes, octubre 31, 2008
and is filed under
Cajón desastre
. You can follow any responses to this entry through the
comments feed
.